viernes, 30 de diciembre de 2016

Día 04- Bwindi (Gorilas)

Nzuri asubuhi! (¡buenos días!)

Esta jornada era la joya de la corona de este viaje y la que todos estábamos esperando. Visitar los gorilas representaba algo distinto para cada uno de nosotros: un hito de autosuperación, un sueño cumplido, una experiencia de inmersión profunda con la naturaleza y un reto fotográfico. Se trata de la experiencia más intensa de "safari" que he vivido y la que más me ha impresionado, con algún que otro subidón importante de adrenalina, como ya entenderéis más adelante. Y hoy sí, hoy hemos tenido suerte.



Pongamos algo de contexto. El objetivo del día era desayunar temprano y desplazarnos al centro de visitantes del Parque Nacional de Bwindi, también conocido como el bosque impenetrable. Este es el hábitat natural de una de las especies más amenazadas del planeta, el gorila de montaña. La caminata se planteaba dura, puesto que debe encontrarse a la familia asignada de gorilas en la selva, seguirla mientras se disfruta de su compañía y se toman fotos y recorrer el camino de vuelta. Esta caminata puede durar más de 6 horas (ida y vuelta), con altitudes de hasta 2500 metros y desniveles de 60 grados con barro y mucha, muchísima vegetación. ¡Y no olvidemos el calor y la humedad! Por el hecho de ser impenetrable, la luz solar es poco frecuente. Obviamente el bosque no está a oscuras, pero se camina en la sombra perpetuamente. El tiempo puede cambiar de golpe, aunque esto es menos habitual en la época seca en la que nos encontramos. Algunas recomendaciones por si os atrevís con la experiencia, aplicables para la época seca:


  • Es obligatorio llevar botas de montaña, calcetines gruesos, pantalones largos, una camiseta que transpire y un cortavientos de manga larga.
  • Hay que asegurarse que los pantalones se ponen por debajo de los calcetines para prevenir picadas de hormigas bala en el pie o tobillo.
  • Es crítico llevar un bastón para caminar, pero lo proporcionan en el hotel. Ayuda a salvar obstáculos y desniveles, que son frecuentes.
  • Opcionalmente pueden utilizarse perneras. Nosotros llevábamos y van bien para evitar barro y más picadas. Aunque si te tienen que picar... te picarán.
  • No se debe utilizar spray anti-mosquitos. Atrae otros tipos de insectos como avispas, que es la picada que duele de verdad (creedme).
  • No es necesario llevar ni gorro ni gafas de sol.


Si queréis hacer fotos y capturar bien la experiencia recomiendo:


  • Dos objetivos, por ejemplo un 15-85mm y un 70-200mm, a poder ser con buena luminosidad.
  • Parasol para ambos objetivos y filtros polarizadores para compensar la luz.
  • Tarjetas de memoria a mano y un enganche de cualquier tipo para llevar el otro objetivo.
  • Una GoPro en la cabeza es siempre una buena idea para complementar.


Sabiendo todo esto, os intentaré guiar por nuestra experiencia, en un día solemne y que quedará grabado en la memoria de cada uno de nosotros.

Al llegar el responsable del centro nos ha hecho un briefing del parque. El P.N. de Bwindi se fundó en el 91. Antes cualquier persona o turista podía acceder al mismo para capturar recursos de cualquier tipo (animales, minerales, etcétera). Tardaron dos años en habituar las manadas de gorilas y por eso el parque se abrió en el 93. Los Gorilas de Montaña solo pueden encontrarse en Uganda, Ruanda y el Congo. Existen un 880 entre los tres países -según el censo en el 2011- de los cuales 400 se encuentran en este Parque Nacional. Otra particularidad del parque es que es el único parque africano donde se pueden hallar Gorilas, Chimpancés y otros animales. En el resto de parques hay Gorilas o Chimpancés, y la fauna es más limitada. Actualmente el parque lo gestiona el UWA (Uganda Wildlife Authority)

- El permiso de acceso al parque es muy caro, pero la parte positiva es que se hace 'revenue sharing' con las comunidades locales. De aquí que el turismo esté muy bien visto en la zona, puesto que impacta en proyectos sociales. Cabe recalcar que el permiso es muy caro, con lo que la economía local se basa muchísimo en estas visitas. En caso de estar enfermo no se permite entrar en la reserva aunque se tenga permiso, para evitar contagiar a los gorilas.

- Luego han asignado los grupos (de máximo 8 personas). Esto quiere decir que cada grupo seguirá a una familia determinada. En nuestro caso nos ha tocado la familia Habinyanja, que consiste de 18 miembros: el silverback -el jefe de la manada-, el blackbacks -aspirante a jefe-, seis hembras adultas, dos jóvenes y cinco bebés además de otros miembros. Dicho esto creo que ahora hay tres blackbacks más, ¡hay competencia!. Todos tiene nombres, y el jefe se llamaba Makara :-)




- En el proceso David -nuestro guía- ha contratado cuatro porteadores para que nos llevaran las bolsas. Son opcionales pero muy recomendables, especialmente si lleváis mucho peso (comentar que cada persona debe llevar siempre 1L de agua más la comida del mismo día). Al final del viaje se les suele dar una propina de unos 20$. Noe y yo hemos cogido uno entre los dos pero ella ha llevado mi bolsa en realidad, puesto que yo llevaba el equipo fotográfico. ¡Está fuerte como un toro! También nos han introducido a tres estudiantes de turismo que vendrían con nosotros y hemos conocido al resto del grupo que nos acompañaría, la familia Hammer, originaria de Austria, Haimo, Angelika y Theresa. Mientras transcurría el briefing nos hemos dado cuenta de que algunos grupos iban absurdamente equipados. ¡Alguno parecía que hubiera salido del trabajo antes de venir! En el nuestro íbamos todos bien preparados, así que no hemos tenido ningún problema.

- Así, la expedición completa la conforman las dos familias, el guía de la expedición (Benjamin), los porteadores, los vigilantes, y los trackers, además de los estudiantes (Pafra, Ronald y Judia). Los vigilantes llevan escopetas para que, en caso de encontrar elefantes o gorilas agresivos, puedan lanzar disparos de advertencia. No disparan nunca animales a menos que no estén enfermos y los tengan que anestesiar para llevarlos al hospital. En este caso esperan a que el animal esté rezagado y que no esté el silverback en la zona para capturarlo. Los trackers siguen a las familias de gorilas basándose en los restos de comida que encuentran y las marcas de desplazamiento (que indican la dirección en la que van), así que son el "GPS humano" necesario para encontrar a los gorilas. Muchos de ellos llevan machetes para abrir camino en el bosque impenetrable -¡se llama así por algo!-.



- Una vez listos, hemos empezado la ruta. Primero hemos hecho un viaje en coche de unos 30 minutos hasta el punto de salida y de ahí hemos arrancado a caminar. Los paisajes iniciales se asemejan más a un bosque convencional que a una "selva", pero poco a poco incrementa la densidad de la vegetación y la complejidad del paseo, puesto que empiezan a aparecer desniveles de subida o bajada de hasta 60 grados. El terreno también cambia poco a poco de tierra a barro. Nos ha costado 2 horas y 15 minutos encontrar el grupo. En mi caso he estado muy bien acompañado por el sr. Hammer, un hombre auténtico con una gran historia a contar, con un pasado de profesional futbolístico y actualmente fundador y propietario de 6 empresas. ¡Gran travesía!









- Llegados a este punto se debe dejar todo lo que se lleva con alguno de los porteadores. Si se quiere beber o comer algo rápido o "ir al baño" debe hacerse ahora, porqué la siguiente hora o hora y media no se volverá a este punto. ¡Yo por mi parte me he asegurado de coger la cámara y los dos objetivos!




- Nos ha costado unos minutos alcanzar el primer grupo de gorilas. Estaban ubicados en una zona muy empinada por lo que era complicado desplazarse o incluso mantenerse en pie. Además la vegetación era tan densa que raramente pisas en el suelo, y las ramas son resbaladizas, al igual que el barro. Es importante avanzar como grupo para que no te perciban como amenaza y evitar retarles con los ojos, bajando la cabeza y el cuerpo en caso de que se acerquen. Normalmente se deben estar a un mínimo de 7 metros, pero en ocasiones se acercan o es inevitable no estar a menos distancia. El hecho de que hubiera poca luz y que la mayoría de primates fueran jóvenes y no pararan de moverse, me ha hecho desesperar un poco, porqué costaba sacar buenas fotos. Pero en el lateral había una madre con su cría y alguna fotografía decente hemos podido sacar. Luego han decidido irse y hemos seguido buscándolos.








- En la segunda parada hemos topado con el blackback, Kavuyo, el segundo de la manada. Hemos sido muy afortunados porqué estaba posado en un espacio abierto, sin casi ninguna rama, por lo que hemos podido verlo claramente y fotografiarlo con tranquilidad. En ocasiones se golpeaba el pecho para marcar autoridad, pero en ningún momento era amenazador. De momento. Los ojos de los gorilas transmiten una extraña tranquilidad y solemnidad, lo que ha hecho que estos momentos hayan sido muy especiales para todos.




- Finalmente hemos avanzado algo más para encontrar el silverback, el macho alfa del grupo. Como indica el nombre tienen una pequeña mancha blanca en la espalda. El nuestro se llamaba Makara. Lo hemos encontrado con dos jóvenes masticando ramas y arbustos. En este caso la visibilidad era media y hacer una foto era complicado, porqué no nos podíamos abrir paso hasta ellos más allá de los 7 metros... y sobretodo por la espesa vegetación. Dicho esto, el gorila nos ha echado una mano y ha ido devorando parte de la misma a una velocidad espectacular. Uno de los vigilantes, legítimamente preocupado con que sacara las mejores fotos posibles, me ha ayudado a acercarme por el frontal del silverback. Ha sido genial, y me ha ayudado a conseguir buenas tomas, a pesar de la densidad de la vegetación.





- Pero algo ha ocurrido. No sé si por acercarme demasiado, porqué el grupo estaba algo más disperso o porqué algún joven se alejó mucho de la manada de gorilas. El caso es que el silverback, que tenía a unos 5 metros, se ha levantado, ha lanzado la comida que tenía en la mano y ha empezado a correr contra mí a toda velocidad. No me podía mover. En los últimos metros, Makara ha saltado hacía mí y, en el momento final, se ha agarrado de una liana para cambiar de dirección y desaparecer de nuestra vista. Me he quedado blanco. Ha sido una sensación extraña y muchas cosas me han pasado por la cabeza: ¿nos dejamos el gas encendido? ¿quién revelará las fotos? ¿qué pasará en la siguiente temporada de Westworld? ¿qué hará Trump de Enero en adelante?. ¡Lo típico vamos! Pero bromas a parte no sabes en qué pensar, pasa todo muy rápido, y lo único que puedes procesar es un mero "¿qué hago?" mientras observas la situación inmóvil. Lo más posible es que el gorila haya querido exhibir algo de poder, pero creedme cuando os digo que este momento me quedará grabado a fuego en la memoria.



- En el último momento hemos tenido la oportunidad de volver a ver a una hembra y su cría. ¡De hecho se han posado justo delante nuestro!... a tiempo para que se terminara la capacidad de la tarjeta de memoria (sí, y no había cogido otra, soy así de feliz). ¡Pero he podido sacar una única foto!



- Terminada la experiencia hemos vuelto al punto donde dejamos las bolsas hacía una hora y media. Deshidratados y cansados hemos aprovechado para comer unas samosas, un pequeño bocata, algo de fruta, un pequeño pastel y un zumo. También ha sido un gran momento de grupo en el que hemos comentado lo visto y las impresiones de cada uno, puesto que cuando se está con gorilas se debe mantener el silencio.



- El camino de vuelta ha sido igual de pesado que el de ida. Pero en este caso hemos pasado de mayor a menor densidad de vegetación, lo que ayuda a ir relajándose. También es un buen momento para conocer a más gente y yo he descendido con Theresa. El guía de la expedición y su equipo han asegurado un ritmo de viaje adecuado en todo momento, realizando algunas paradas esporádicas para re-hidratarse y asegurándose que todo el grupo estaba bien. Dos horas y media más tarde estábamos en el coche de nuevo.





- Pero de lo que todos estábamos más pendientes a la par de orgullosos era de la proeza que Claudio acababa de conseguir. Con su edad ha resistido los ascensos y descensos estoicamente y ha realizado una excursión de 6 horas de elevada dificultad y que exige un buen estado de forma. Quien haya realizado esta experiencia sabrá que no es algo banal y que requiere mucho esfuerzo, sabiendo que este año ya han desalojado a algunos miembros de grupos por no ser capaces de llegar hasta el final. El equipo de soporte al completo ha ayudado mucho en este logro, ha sido un placer viajar con ellos. Al llegar a los coches había una pequeña parada de artesanía y souvenirs locales. El sr. Hammer ha cogido el silverback de madera más grande y se lo ha dado directamente a Claudio, como premio por el logro realizado y como muestra de admiración. Ha sido todo un detalle y a Claudio le ha hecho mucha ilusión. Desde ese momento en adelante todo el mundo ha llamado a Claudio el silverback, ¡incluso en el hotel! Mención especial a Cuca también, que ha luchado cada metro hasta terminar la excursión. Luego nos ha tocado pagar al guía, los porteadores y los trackers. Es un poco caos porqué había mucha gente esperando la propina, pero se la han ganado a pulso.






Finalmente hemos bajado a centro principal y nos han dado el certificado de la visita. ¡Y así ha terminado la visita a los gorilas! Como decía al inicio, ha sido...


  • ... un hito de autosuperación para Claudio, que ha demostrado que la edad no debe ser una barrera para ningún objetivo y nos ha dado a todos un buen ejemplo.
  • ... un sueño cumplido para Cuca, que lleva soñando con este día desde niña y ha sido la que nos ha impulsado a venir a Uganda y compartir estos instantes en familia.
  • ... una experiencia de inmersión profunda con la naturaleza para todos, donde cada momento ha sido un tesoro que recordaremos por siempre.
  • ... y un reto fotográfico para Cuca y para mí, por lo complicado que es capturar algunos momentos con tan poca luz y tanto movimiento.

En resumen, no se puede pedir más, y ha justificado plenamente el viaje a Uganda. ¡Volveremos!

Tras toda la experiencia hemos vuelto al hotel a descansar y tomar una larga ducha caliente. También hemos pedido alguna que otra copa, ¡nos la merecemos! (sobretodo Claudio y Cuca). En la cena hemos invitado a David, nuestro guía, a comer con nosotros. Nos hemos sentado al lado de la familia Hammer, con los que hemos entablado una bonita amistad. ¡Pero el protagonista de la cena era Noe! Y es que hoy era su cumpleaños, ¡y le teníamos preparada una sorpresa! Al llegar a los postres, se han apagado las luces y todo el hotel (énfasis en todo) ha empezado a bailar en modo 'conga' con un pastel hecho especialmente para ella y a ritmo de 'Jambo Bwna', una canción tradicional Keniata. Noe ha pasado mucha vergüenza pero creo que le ha encantado ;-)



Y con esto termina uno de los grandes días de nuestras vidas. El aliciente principal del viaje ha cumplido sobradamente expectativas y ha puesto el broche a un breve pero intenso viaje a Uganda. Espero haber podido describir con detalle la experiencia y haberos hecho partícipes de la misma.

¡Un abrazo a todos!

Pd. Quiero dar gracias a Oriol Alamany por sus consejos fotográficos antes del viaje. ¡Me han sido de mucha utilidad! Y es que fotografiar gorilas en estas condiciones, ¡es mucho más complicado de lo que esperaba!

8 comentarios:

  1. No es posible superar esta descripción !!! Quiero dar las gracias a todos los "ayudantes" (que han sido todos los componentes de nuestra expedición) sin los cuales no habría podido tener esta excepcional experiencia que es espectacular
    Gracia Albert por este blog

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    1. ¡Muchas gracias Claudio! Ha sido un viaje inolvidable y muy intenso, ¡y en menos de una semana! Inolvidable :-)

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  2. Fue un momento de comunión indescriptible.
    No pude apartar la vista de sus ojos ,solo transmitian calma y una sabiduria inmensa , fue mágico.

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    1. Totalmente de acuerdo. Lo comentaba con uno de los guías que los gorilas y los elefantes tienen ojos infinitos... transmiten una solemnidad espectacular.

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  3. Felicidades por el viaje, y Albert felicidades por la amena descripción del mismo...seguro que ha sido una experiencia inolvidable, un abrazo, Feliz año y feliz regreso ����������

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    1. ¡Gracias Emilio! Ha sido un gran viaje aunque obviamente se ha hecho corto jejeje. Eso sí, inolvidable como dices. Feliz año a vosotros también!! :)

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  4. Albert, leo tu texto, y se me caen lagrimas, por varios motivos. primero por la manera con la cual plasmas la experiencia, no nos conocemos mucho pero al leerte, siento que estuviera imaginando la escena, segundo por el amor a africa, como bien sabes desde 2013, no he pisado el suelo africano y al leer vuestra experiencia, tengo imagenes, olores, sonidos..... es un festival que nadie que no ha ido ahi no puede entender, africa es unica en este sentido, y lo ultimo, este momento cuando mencionas al gorilla a 5 m dejando su comida y yendo hacia ti...... me emociono al ver en que piensas..... no tengo palabra, lo imprevisto, la posible amenaza de algo que no podemos controlar me conecta mucho con lo vivido en camerun hace tres años, al final ante tal situación..... salen preguntas raras, lo del gas me ha gustado porque son reacciones normales. en fin, gracias por este relato, por todo lo que transmites y como lo trasmites, chapeau, enhorabuena a todo el equipo, gran experiencia vivida que no olvidareis nunca. un gran abrazo, fins aviat, el año 2017 será especial único. a por ello...... Cyril

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    1. ¡Gracias Cyril por tu comentario! Me alegra que el blog y el día de hoy te haya podido transmitir nuestra experiencia, especialmente por todo lo que comentas. Gracias también por tus palabras, es un placer escribir cada día cuando sé que algunos lo apreciáis tanto. Lo que me pasó por la cabeza fue obviamente más breve, aquí en el blog hacía un poco de broma, pero me quedé muy en blanco y lo único que realmente pensé en ese momento fue "¿qué hago?" y "¿dónde está el resto de mi familia?", aunque fue un micro-instante. Al final no pasó nada, pero el cerebro te funciona a mil en estas situaciones, y como dices las amenazas incontrolables te bloquean porqué pasan en un abrir y cerrar de ojos, aunque sean de índole muy distinta. De nuevo muchas gracias y MUY feliz año!!!!

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